La falta de recursos fiscales para desarrollar la infraestructura en América Latina y el Caribe ha dado un impulso a la formación de asociaciones público-privadas (APP) como una opción para el desarrollo de proyectos de infraestructura estratégicos. En este contexto, BID Invest está preparado para dar apoyo a los países de la región.
Para nadie es un secreto que el desarrollo de América Latina y el Caribe enfrenta retos importantes, y uno de los más significativos es aumentar la inversión en proyectos de infraestructura. De hecho, datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras instituciones coinciden en que existe una brecha importante en este aspecto: la región requiere invertir el equivalente al 5% del producto interno bruto (PIB) regional en este sector, como mínimo, para alcanzar niveles de desarrollo de países como Corea del Sur o Japón.
Alcanzar estas metas de inversión no es una labor fácil, ya que los gobiernos no cuentan con los recursos financieros necesarios para cubrir la brecha. Es preciso buscar formas alternativas de inversión que fomenten la participación privada en la construcción, operación y mantenimiento de proyectos en diversos sectores, tales como carreteras, energía renovable, agua y saneamiento, residuos sólidos, hospitales y escuelas. Uno de los mecanismos que facilitan la movilización de recursos privados son las asociaciones público–privadas (APP).
Las APP son contratos entre el sector público y privado en los que se incluye la construcción, operación y mantenimiento de obras de infraestructura. En este tipo de contratos cada una de esas instancias absorben riesgos. Por ejemplo, el privado financia la obra, mientras que el gobierno se encarga de retos como la obtención de derechos de vías (en el caso de carreteras) o las fluctuaciones en el tipo de cambio. Para el desarrollo de estos proyectos, el sector privado recibe ingresos —por un período de tiempo definido— ya sea mediante el pago de los usuarios por el uso de estos activos o bien por una contraprestación que el gobierno paga por mantener estos activos operando de forma adecuada.
Las APP no son privatizaciones, ya que los activos que se construyen pertenecen siempre a la entidad nacional o subnacional que encarga su construcción. Ejemplos de APP son las concesiones de carreteras o los contratos para la construcción/remodelación, operación y mantenimiento de un hospital o una escuela.
Dado los riesgos que los sectores público y privado enfrentan al desarrollar APP, es necesario adoptar una serie de acciones que permitan fortalecer el proceso de estructuración de este tipo de proyectos. Estas acciones incluyen desde la creación de un marco regulatorio (Ley de APP), creación y fortalecimiento de marco institucional (por ejemplo, formar una Unidad de APP encargada de armar los procesos de licitación), armar un listado de proyectos estratégicos y desarrollar licitaciones sólidas que permitan hacer bancables los proyectos, es decir, hacerlos más atractivos para el sector privado. Todo ello es vital para asegurar que los procesos de desarrollo de infraestructura sean sólidos y alcancen las metas establecidas por los gobiernos.
Tomando en cuenta los retos que la región enfrenta en la elaboración de APP, el Grupo BID ha creado recientemente un mecanismo innovador que está permitiendo ayudar al sector público y privado a desarrollar APP. Para ello utiliza el conocimiento y experiencia del BID, en su labor con los gobiernos, y BID Invest, con el sector privado de la región. Todo ello lo hacemos aprovechando que el Grupo BID cuenta en cada país de la región con un Representante de País, el cual lidera las acciones de ambas instituciones a nivel local. Con ello se permite una coordinación completa de nuestras labores y se maximiza el potencial de apoyo a la región.
Además de las labores de coordinación a nivel nacional, lideradas por los Representantes de País, el Grupo BID creó una ventanilla única de APP, constituida por representantes del BID y de BID Invest. A través de esta ventanilla única se ofrece a los gobiernos de la región un apoyo integral, que se adapta a las necesidades de cada nación y proyecto.
De esta forma, en el contexto de ventanilla única, el BID se encarga de los procesos relacionados a la creación de marcos legales y regulatorios, así como del diseño de un listado de proyectos que se puedan financiar a través de las APP para los gobiernos. BID Invest, por su parte, se encarga de apoyar en la bancabilidad de los proyectos, es decir, de brindar apoyo en la elaboración de los pliegos de licitación y en los procesos relacionados a esta fase; así como del financiamiento a los desarrolladores privados tras la conclusión de las licitaciones.
Este esquema de operación nos permitió apoyar recientemente al Gobierno de Argentina en la elaboración de su programa de APP en carreteras. El Grupo BID apoyó con recursos económicos y conocimiento técnico, legal y financiero, en la estructuración de los pliegos de licitación para su APP en carreteras. El objetivo es utilizar este esquema como base para su ambicioso programa de infraestructura, que incluye proyectos de transmisión eléctrica, agua y saneamiento, transporte urbano e infraestructura social.
El punto principal de contacto es el Representante del Grupo BID en el País, a través de ella o él se canalizan todas las solicitudes. Con ello aseguramos que la coordinación entre BID y BID Invest se dará de manera eficiente desde el inicio del apoyo. Es importante mencionar que el apoyo del Grupo BID se otorga a través de asistencias técnicas —reembolsables y no reembolsables— dependiendo de la fase en la que se brinda el apoyo.
Con este esquema, el Grupo BID ha creado un mecanismo sólido y único en el contexto de la banca de desarrollo multilateral. El trabajo coordinado entre BID y BID Invest está diseñado para ofrecer apoyos rápidos y concretos, de manera que nuestras asesorías en APP se adapten a las necesidades tanto del sector público y privado como del contexto económico y social de cada país de América Latina y el Caribe.
Este blog fue publicado originalmente en Negocios Sostenibles.
Ricardo De Vecchi
Ricardo De Vecchi es Oficial Líder en Administración de Inversiones en la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) con sede en Washington, D.C., donde encabeza el departamento de asesoría en Asociaciones Público-Privadas en América Latina y el Caribe. Ricardo tiene más de 15 años de experiencia en el desarrollo de proyectos de infraestructura. Previamente, fue Coordinador de México y Perú para el Programa de Ciudades Emergentes y Sostenibles, del Banco Interamericano de Desarrollo; Vicepresidente de América Latina, de la firma CG/LA Infrastructure, y miembro del Servicio Exterior Mexicano. Ricardo cuenta con dos maestrías, en Relaciones Internacionales de la Universidad de Georgetown, y en Estudios Diplomáticos por la Academia Diplomática Mexicana, además de una Licenciatura en Comercio Internacional por el Instituto Tecnológico de Monterrey.
Ofrecemos instrumentos para la mitigación de riesgos, como garantías parciales, que aumentan la confianza de los inversores privados y hacen que los proyectos sean más atractivos.