Hoy en día, las empresas tienen la necesidad de hacer más rentables sus gastos operativos y más eficientes sus procesos administrativos. En ese contexto, el Prepago responde de manera positiva a dicha necesidad, al brindar un control electrónico de los gastos y evitar los costos que implica el manejo de efectivo.
Las tarjetas prepago permiten al usuario disponer de dinero rápido, controlado, seguro, y oportuno, toda una concepción de utilidad y amplia aceptación para quienes prefieren la comodidad del plástico y previenen los riesgos del uso del efectivo.
Un estudio, encargado por MasterCard y realizado por Boston Consulting Group en 2010, estima que para el 2017 el valor total de la oportunidad de prepago está proyectado en $81 mil millones en Latinoamérica.
La implementación de estas herramientas, también ayudan que las personas que no son clientes del sistema financiero inicien una relación con éste de forma sencilla y confiable. El prepago permite y favorece la inclusión financiera de todos los sectores de la población.
Esta modalidad de tarjetas ofrece la posibilidad de elegir el monto que se necesita, sin cuentas mensuales o cheques, permite efectuar consumos que deberán ser abonados en su totalidad a la fecha de vencimiento del ciclo.
El uso correcto de este medio de pago, beneficia a muchos segmentos de la población y puede tener algunos enfoques específicos: compras corporativas, compras en línea, viajes empresariales, pago de planillas, mesadas, es ideal para estudiantes, viajeros, gente con presupuesto limitado y otros. También como tarjeta de regalo, o incentivo de negocios.
La tarjeta prepago puede ser incluso, una excelente opción para el gobierno, ya que ofrecen una solución eficiente y económicamente competitiva para las necesidades de los programas gubernamentales.
Jorge Fernández, Acceptance Development Centroamérica