Las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) son un motor generador de empleos en la región y por ello trabajamos para superar algunas barreras de adopción de nuevas tecnologías en cuanto a medios de pago se refiere, así las pequeñas empresas podrán continuar con el crecimiento de su negocio y generar mayores ventas, tener un mayor nivel de competitividad al incrementar su oferta de servicios, optimizar su cadena de suministro y reducir los costos de manejo de efectivo.
Se estima que hay 65 millones de MiPymes en América Latina, cada una con un volumen promedio de ventas anuales entre US$20,000 y US$120,000, sin embargo, un gran porcentaje de las MiPymes no tienen acceso a un crédito y, por lo tanto, difícilmente pueden hacer crecer su negocio.
Sabemos que el éxito o la supervivencia de estas empresas no sólo se debe a la falta de crédito, pero ¿alguna vez se han preguntado qué otros factores, bajo el control del microempresario, pueden ayudar a mejorar su probabilidad de éxito?
Uno de estos factores es la resistencia al cambio, reflejado en su preferencia por los métodos de pago tradicionales, como el efectivo, y la falta de interés hacia la adopción de herramientas que les permitan captar un mayor flujo de clientes y mejorar su competitividad.
Los jugadores tradicionales y no tradicionales de la industria de medios de pago tenemos una gran oportunidad para apoyar a este sector a ampliar su oferta de valor para llegar a más personas. Sin embargo, existen algunas ideas preconcebidas que debemos de enfrentar:
Tenemos las soluciones tecnológicas necesarias para levantar estos negocios, el siguiente paso es aplicarlas.
Gabriel Pascual
Director de MasterCard para Costa Rica, Guatemala y Honduras