Juan Antonio Cuartero
Director general de Structuralia.com (www.structuralia.com)
La metodología BIM (Building Information Modeling), es una herramienta de trabajo colaborativo basada en el uso de un software dinámico de gestión de datos de una infraestructura civil a lo largo de la totalidad de su ciclo de vida, abarcando las tres fases generales más importantes de un proyecto: diseño, construcción y mantenimiento.
Con ello, El proceso de trabajo mediante BIM se basa la creación del denominado ‘Modelo de Información del Proyecto’, que comprende las características geométricas y diseño espacial de éste, sus interrelaciones espaciales con otros elementos, la planificación de sus diferentes partes en el tiempo, su información geográfica, así como los volúmenes y propiedades de sus componentes.
En este método, que alcanzará un mercado global de 18,8 billones de dólares en el 2024, toman parte todos los diferentes tipos de profesionales organizadores del proyecto, tales como diseñadores, ingenieros, arquitectos, contratistas, constructores o proveedores.
Las distintas etapas de diseño y gestión de una infraestructura, junto con las fases de mantenimiento y desmantelamiento de la misma, transcurren inmersas en una dinámica de trabajo en la que pueden destacarse 7 dimensiones diferentes:
De esta forma, existe un proceso de modificación y retroalimentación continua que registra todas las variaciones entre el proyecto inicial y la realidad, de tal manera que exista una total correspondencia entre el modelo BIM y el resultado real.
La metodología BIM presenta importantes ventajas con respecto a la metodología CAD tradicional, especialmente en obras de gran envergadura, hasta el punto de que la ejecución de muchos de los grandes proyectos llevados a cabo durante los últimos años, tales como el Canal de Panamá o el Crossrail de Londres no hubiera sido posible sin BIM.
Entre todas sus ventajas destacan las derivadas de la incorporación de la dimensión temporal al proceso de diseño, así como de la integración de la gestión y mantenimiento durante los períodos de ciclo de vida y desmantelamiento de la infraestructuras. Estas incorporaciones permiten la optimización de las fases de diseño, construcción y mantenimiento en todas sus vertientes, al igual que facilita la generación de sinergias entre las distintas etapas del proyecto. Igualmente, posibilita una óptima elección entre las diferentes alternativas de proyecto más adecuada.
Dadas estas ventajas, no es de extrañar que el uso de BIM haya sido aplicado con rotundo éxito en proyectos de gran envergadura. De entre ellos, el ejemplo del Crossrail de Londres es un ilustrativo sobre la importancia que la metodología adquiere sobre estas dimensiones. Gracias a su implantación, fue posible la gestión de más de 5 millones de documentos relativos al proceso constructivo, así como de un total de 300.000 archivos de modelos CAD. Incluso Malcolm Taylor, Jefe de Información Técnica de dicho proyecto, subrayó que la gestión de tal cantidad de información no hubiera sido posible sin BIM.
El Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México es otra de las grandes infraestructuras que se suman a la gestión mediante BIM, habiendo recibido el galardón AEC Excellence Awards, entregado por Autodesk, de igual forma que el Canal de Panamá, que recibió el premio Autodesk BIM Experience por el diseño de su tercer complejo de esclusas.
Con semejantes datos, no es de extrañar que el uso de BIM se halla generalizado en el sector de la construcción en Europa durante los últimos años. De hecho, la Directiva 2014/24/UE introduce su uso en todas las licitaciones públicas a partir de septiembre de 2018 para los países miembros.
Es este sentido, llama la atención cómo en España el 85% de las empresas del sector aún no ha implementado de forma general en sus proyectos esta metodología de trabajo.
Sin embargo, la legislación española establece su uso obligatorio a partir del 26 de junio de 2019, con lo que en los próximos tiempos se brindarán grandes oportunidades profesionales en este ámbito. Otros países europeos que ya presentan sus proyectos mediante el uso de BIM son Reino Unido, Francia o Alemania, quienes representan la vanguardia europea tecnológica.
Igualmente destacable el papel de Latinoamérica en este terreno, donde algunos estudios avalan que la contratación de perfiles BIM Manager en 2020 aumentará un 11%. Países como Chile o Argentina ya están invirtiendo fuertemente en este tipo de tecnologías, en las que despuntan con obras como el hospital provincial de Curicó.
La metodología BIM ha llegado para quedarse, el futuro del sector de la ingeniería civil pasa por su dominio. Los perfiles especializados son, cada vez, más demandados por la industria y la destreza con su software se antoja esencial para el éxito profesional.