Los pasados 29 y 30 de mayo de 2015 se celebró en Ottawa (Canadá) la Tercera Conferencia Internacional de Datos Abiertos. Más de 1000 expertos de todo el mundo, en su mayoría procedentes de las áreas de gobierno y sociedad civil, celebraron sesiones plenarias y grupos de trabajo en los que abordaron el presente y futuro de los datos abiertos.
Durante la conferencia se anunció el inicio de un proceso de consulta global sobre la creación de la Carta Internacional sobre Datos Abiertos que estará abierto para todo el mundo hasta el día 30 de julio de 2015.
La Carta propone cinco principios que resumimos a continuación:
El primer principio afirma que toda la información de los gobiernos tiene un valor intrínseco para la sociedad y la economía y, por lo tanto debería ser abierta por defecto, es decir, que toda la información gubernamental esté disponible sin necesidad de que alguien tenga que dar una aprobación explícita.
Cuando se habla de información gubernamental se hace en sentido amplio y además de los datos generados por los gobiernos, se incluyen aquellos generados por aquellas organizaciones y agencias que desarrollan servicios para los gobiernos: como las industrias extractivas, o las infraestructuras de transporte, por ejemplo.
Este principio, que es el eje fundamental de este documento, exige nuevas capacidades y herramientas que permitan que la información sea reutilizada. Y además, plantea la necesidad de introducir cambios normativos que protejan los principios de seguridad nacional y personal, propiedad intelectual y confidencialidad.
El segundo principio subraya la tensión entre la cantidad y calidad de los datos publicados y propone articular procesos de consulta entre gobiernos, ciudadanos y empresas que permitan identificar la demanda real de datos, priorizar la apertura de datos, y evitar lo que algunos empiezan a llamar “la inflación de datos” (muchos datos publicados sin valor real).
Por otro lado, se subraya la importancia de publicar los datos originales en formato electrónicamente compatible y bajo licencias commons que permitan su reutilización sin restricciones. Además, se propone que se haga pública la documentación sobre el origen y estructura de los datos, y se incluyan las visualizaciones y análisis que se hayan realizado con ellos y que den visibilidad a su potencial aplicado.
El objetivo final de este principio es asegurar que los datos sirven a los ciudadanos, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y sector privado a tomar decisiones mejor informadas.
Este principio aboga por la estandarización en el formato de liberación de datos en un formato accesible e interconectable que facilite la conexión de conjuntos de datos de distintas fuentes manualmente o a través de aplicaciones informáticas. En este principio también se incluye una llamada para realizar más esfuerzos en la promoción de los datos abiertos, y la generación de capacidades para el uso efectivo de los datos abiertos.
El cuarto principio reconoce el potencial de los datos abiertos para fortalecer la calidad democrática de las instituciones gubernamentales, partiendo de la premisa de que la apertura de datos acerca y genera diálogo entre ciudadanos y gobiernos.
Bajo este principio se invita a observar regularmente el progreso de las políticas de datos abiertos y analizar su impacto. Y para conseguirlo se subraya la importancia de la transparencia como una herramienta que facilita el monitoreo y dé mayor visibilidad a los procesos de publicación de datos.
En este principio se recoge el valor multiplicador de los datos abiertos para los países en desarrollo y para la generación de ecosistemas innovadores. Se entiende que los datos abiertos son una fuente original de información que puede generar soluciones para las ciudades y también nueva evidencia para las líneas de investigación académica.
Para poder desarrollar este principio es necesario, sin embargo, que haya más alianzas multisectoriales entre gobiernos, sociedad civil, sector privado y universidades, tanto locales como internacionales que permitan identificar áreas donde los datos puedan agregar mayor valor y generar las capacidades necesarias para que los datos puedan ser reutilizados en cada uno de los sectores.