Por: Isabel Contreras y Juanita Riaño (Oficina de Integridad Institucional del BID)
El 9 de diciembre de cada año se celebra el Día Internacional contra la Corrupción. El mensaje que nos llevamos este año es que todos tenemos una responsabilidad en la lucha contra la corrupción, especialmente por nuestra misión de buscar el desarrollo sostenible, reducir la pobreza y la desigualdad en Latinoamérica y el Caribe. En laOficina de Integridad Institucional nos hemos propuesto aprovechar mejor la información que manejamos, buscando ser más efectivos en la forma de combatir la corrupción y tomando en cuenta que cada año el volumen de información disponible tanto sobre corrupción como sobre nuestras operaciones crece y crece.
Crece y crece y por eso son tan importantes tanto los datos abiertos como su minería
Queremos ser parte activa del movimiento de datos abiertos, utilizando la información disponible para identificar oportunidades de mejorar el uso de los recursos que directa o indirectamente llegan a los beneficiarios de los programas que financiamos.
Estamos interesados en usar la minería de datos para identificar aquellos programas que sean susceptibles a corrupción, fraude, colusión o coerción. Así como para encontrar los puntos más vulnerables, desde una perspectiva de integridad, de un proyecto desde que se diseña hasta que culmina su implementación y es entregado a los beneficiarios. Nuestro enfoque pretende identificar los procesos que deben ser fortalecidos en las instituciones responsables de ejecutar los programas que financiamos, para que puedan hacerlo de forma efectiva.
Buscamos incidencia basada en evidencia.
Nuestros primeros pasos en minería de datos empiezan con el análisis de la información que hayamos recopilado en nuestras investigaciones de prácticas prohibidas, complementando los hallazgos con información de otras bases de datos. Una vez terminado este análisis general, a un nivel macro, pasamos al análisis micro. Es decir, analizaremos información clave y puntual relacionada con los procesos de adquisiciones, el manejo financiero del programa y el grado de avance en la implementación en virtud de los objetivos que se quieren lograr. Este análisis micro nos permite priorizar acciones de mitigación en los proyectos con mayores riesgos de integridad.
Cabe resaltar que esta idea no es nuestra. Algunas de las instituciones pares con la que trabajamos nos llevan ventaja en este esfuerzo (si están interesados pueden ver ejemplos del Banco Asiático de Desarrollo).
Algunos de los retos que estamos encontrando con esta iniciativa tienen que ver con:
i) nuestra responsabilidad de proteger la confidencialidad de la información que recogemos en las investigaciones de prácticas prohibidas;
ii) cómo podemos obtener beneficio de toda la información que el Banco recoge en sus sistemas y proyectos y al mismo tiempo asegurarnos que los datos usados sean robustos;
iii) ¿cómo garantizamos la sostenibilidad de estos esfuerzos en el tiempo?;
iv) ¿qué datos son relevantes y qué datos son superfluos?; y
v) ¿cómo involucramos a los actores claves generando un sentido de propiedad colectiva?
Como ven este esfuerzo requiere de trabajo conjunto, y para ello nos gustaría identificar líderes en los diversos sectores en los que el Banco trabaja, a fin de concentrar nuestros esfuerzos de análisis en áreas de mayor necesidad. Si se animan a trabajar con nosotros, por favor contáctenos.
Por el momento tenemos más preguntas que respuestas. Esperamos poder generar una conversación aquí en el blog y en otros espacios para compartir ejemplos concretos para que el próximo año, celebrando nuevamente el Día Internacional contra la Corrupción, podamos compartir los avances que hayamos hecho con esta iniciativa.
Esta columna fue publicada originalmente en el blog sobre Desarrollo Efectivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). #desarrolloefectivo