La violencia doméstica es una de las formas más comunes de violencia en América Latina y el Caribe, y un reto importante para la salud pública de la región. La violencia está relacionada negativamente con la salud de las mujeres, y los niños y niñas que cuyas madres sufren de violencia en sus hogares, presentan peores resultados de salud, tanto en el corto como en el largo plazo Investigaciones recientes del BID muestran que la violencia doméstica afecta la salud y la vida de las mujeres. Las mujeres que sufren violencia tienen niveles más bajos de hemoglobina: la tasa de anemia aumenta en un 9 por ciento con cualquier tipo de violencia, y un 15 por ciento con violencia física grave. Las mujeres que sufren cualquier tipo de violencia física tienen un 83 por ciento mayor de probabilidades de divorciarse que sus contra partes que no sufrieron esa violencia. Si la violencia es extrema, las tasas de divorcio aumentan en un 132 por ciento.
La violencia también afecta a los niños y niñas, especialmente a los menores de seis años de edad. Esto es fundamental porque si hay un consenso entre los expertos, es que la primera infancia es el período más delicado en la vida de las personas. El estudio muestra una asociación negativa y fuerte entre la violencia física contra la mujer y la salud de los niños. Y esto sucede incluso antes del nacimiento del bebé: si las madres sufren de violencia física, los niños van a tener menos visitas prenatales que las requeridas. Una vez nacidos, los niños son más propensos a tener diarrea, tienen menos probabilidades de ser vacunados – con la vacuna contra el sarampión siendo la más afectada, y son menos altos que aquellos cuya madre no experimentó abuso físico.
Este estudio nos ofrece un análisis completo sobre los costos intangibles que tiene la violencia doméstica en la región.
El resúmen
En la violencia se observa un sorprendente patrón de género. Cuando los hombres sufren una agresión, es más probable que sea a manos de un extraño, mientras que las mujeres sufren la violencia sobre todo a manos de su pareja. En este estudio se analizan los costos de la violencia contra las mujeres en términos de consecuencias intangibles, como la salud reproductiva de las mujeres, la oferta de mano de obra y el bienestar de sus hijos. El estudio utiliza una muestra de aproximadamente 83.000 mujeres de siete países, pertenecientes a todos los grupos de ingreso y de todas las subregiones de América Latina y el Caribe. Los resultados demuestran que la violencia física contra las mujeres está estrechamente relacionada con su estado civil ya que aumenta las tasas de divorcios o de separaciones. La violencia está negativamente relacionada con la salud de la mujer y tiene importantes consecuencias en la salud de sus hijos a corto plazo. Valiéndose de un experimento natural en Perú, el estudio llega a la conclusión de que los efectos de la violencia doméstica en la salud de los niños parece ser causal.
Todavía hay muchas preguntas sin responder. Necesitamos más respuestas.
Esta columna fue publicada originalmente en el blog sobre Desarrollo Efectivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). #desarrolloefectivo
That’s very helpful.