Eugenio Ingenio/Programas de Maestrías, INCAE
Te tengo una mala noticia: el mundo está cambiando de forma cada vez más acelerada y no podemos hacer nada para evitarlo. Reinventarse se ha convertido en algo obligatorio tanto en actitud como aptitud, y en una oportunidad para sacar lo mejor de nosotros.
Antes las personas establecían una relación toda la vida con una sola compañía. Daban casi 40 años de sus vidas a una empresa, a cambio de un sueldo y una pensión al momento de retirarse. Pero actualmente no existe un guión para seguir al pie de la letra y las personas deben crear su propia historia en un mercado que evoluciona de forma continua.
Casi que estamos forzados a vivir pensando en “¿qué es lo que viene?”, porque todo cambia tan rápido que es fácil estancarse. Debemos mantenernos pendientes de las tendencias con el fin de adaptarnos y hacer los cambios necesarios; de lo contrario, estaremos destinados a “morir” lentamente en el ámbito profesional.
Lo hemos visto pasar a lo largo de la historia. Piensa en 15 años atrás, ¿habrías imaginado que por unos cuantos dólares al mes, tendrías a tu disposición algo llamado Netflix que te permitirá tener acceso a cientos de películas y series de televisión? Blockbuster no lo vio venir. La historia comenzó con una pequeña tienda en Dallas de alquiler de películas, que creció y llegó a tener tres mil tiendas en diferentes partes del mundo.
En el 2000 el fundador de Netflix, Reed Hastings, le ofreció a Blockbuster que comprara su empresa por $50 millones. No obstante, John Antioco (CEO de Blockbuster) consideró que era un nicho de mercado muy pequeño y rechazó la oferta. Lo resto es historia, con el tiempo su poca visión para ver que la industria se transformaba y su incapacidad de adaptarse lo llevaron a declararse en quiebra en el 2010.
Las empresas no son las únicas llamadas a cambiar y adaptarse, quizás ya te ha pasado que has sentido la necesidad de aprender otro idioma, tomar algún curso en línea o considerar un postgrado. Hemos llegado a un punto en que la competencia en el mercado laboral es tan feroz, que las personas necesitan convertirse en profesionales “todo terreno”, con amplios conocimientos, capacidades para actualizarse y acomodarse a entornos variables. ¡Hay que ser versátiles!
LA BUENA NOTICIA
Cambiar siempre produce vértigo y un poco de miedo, especialmente si se trata del mercado laboral, pues retar al status quo significa alejarnos de nuestra zona de confort. Sin embargo, la buena noticia es que los seres humanos tenemos la capacidad histórica de adaptarnos a las situaciones que se nos presenten. Lo hemos hecho desde siempre, de lo contrario no habríamos sobrevivido a las guerras mundiales, la revolución industrial o la era de la digitalización.
Algunas profesiones ya han enfrentado la clara necesidad de evolucionar drásticamente. Décadas atrás los periodistas ni siquiera podían googlear, algo que hoy en día es casi tan natural como respirar. Antes debían hacer visitas constantes a la biblioteca para recolectar información, esperar al día siguiente para publicar una primicia y pasar horas en la máquina de escribir, cruzando los dedos para no equivocarse.
¿Hubiera imaginado Joseph Pulitzer que los comunicadores tendrían que adaptarse al surgimiento de las computadoras, los smartphones, las redes sociales y que las publicaciones impresas hayan sido declaradas “en peligro de extinción”?
La realidad es que ya vamos sintiendo esa presión por empezar a evolucionar y nadie está exento del cambio. El mercado dicta nuevos requisitos profesionales continuamente y de ahí se desprende la necesidad de volvernos flexibles y prepararnos para los retos en nuestras carreras, cuyo éxito ahora depende de nuestra disposición para aprender y probar cosas nuevas.
LA CONSTANTE
El cambio siempre será la constante en todos los ámbitos de nuestra vida. Hemos sido testigos de cómo en los últimos años los derechos de la mujer han evolucionado, el mundo se ha globalizado y la tecnología se involucró en todas las áreas de nuestra vida. Situaciones que nuestros bisabuelos no imaginaban, están pasando ahora.
Y así seguirá sucediendo, está en nosotros ver los cambios como amenazas o como retos que nos impulsarán. Resistirse a ellos puede ser más doloroso que el cambio en sí. La solución es permitir que las cosas fluyan y que el proceso de adaptación se convierta en crecimiento y aprendizaje.
Nadie dice que sea fácil cambiar, superar los miedos y la incertidumbre. Pero reinventarse no solo representa una necesidad para sobrevivir en un mundo cambiante, es una gran oportunidad para descubrirnos a nosotros mismos y probar que siempre es posible llegar más lejos.
Así que, ¿estás listo para reinventarte?
Tomado del blog: http://www.incae.edu/es/blog/2017/07/18/renovarse-o-morir-la-importancia-del-cambio-profesional.html
What a great info.