Sin importar cuál es su giro de negocios, su empresa necesita una solución de ERP para automatizar sus procesos de negocios. Una buena solución de ERP integra completamente todas las actividades de la empresa agregando valor a cada área funcional, desde la contabilidad hasta las ventas y el servicio al cliente, pasando por las compras y la cadena de suministro e incluyendo la fabricación, el área de ingeniería y el control de las bodegas cuando apliquen. El proceso de selección del ERP debe centrarse en validar que apoye la forma de hacer negocios de su empresa y que incluya mejores prácticas para resolver los requerimientos de su quehacer económico, no en que únicamente resuelva las funciones contable/financieras.
Decidir si el ERP debe alojarse en las instalaciones de su empresa o en la nube no tiene que ser un proceso complicado, pero deben considerarse los pros y contras de cada opción, pues no se puede recomendar una misma alternativa para todas las empresas.
El modelo económico del mundo actual está moviéndose de un escenario de “comprar todo” hacia uno de “suscripción”. Por ejemplo, las personas que antes compraban sus CDs, ahora se suscriben a Spotify o a Pandora para escuchar la música de su preferencia. También hay otros que antes compraban sus películas en DVD y ahora prefieren verlas cuando lo desean utilizando un servicio como Netflix. Y más recientemente, en vez de adquirir un automóvil, personas en algunos países del mundo utilizan los servicios de Uber para transportarse de un punto a otro. Esto mismo aplica para las empresas que no desean adquirir la infraestructura y el licenciamiento requerido por un ERP y prefieren pagar por el uso de los recursos que les permitan operar con base a un costo mensual.
Las empresas iniciaron a utilizar el concepto de aplicaciones en la nube contratando el servicio para actividades no críticas para el negocio como el caso de la mesa de ayuda para soporte al usuario, el correo electrónico y el CRM (Customer Relationship Management) utilizado por la fuerza de ventas. A este modelo se le conoce como SaaS (Software as a Service) o el software como servicio. Cada vez más aplicaciones están disponibles en la nube y cada vez más empresas se mueven a esa opción, incluyendo las que utilizan un ERP bajo el modelo de SaaS.
Un ERP en la nube requiere de poco mantenimiento, pues el proveedor es quien se encarga de actualizar las versiones y de tener disponible el recurso cuando el usuario lo requiere, pero la eficiencia de esta solución depende de la velocidad de la conexión a Internet y de la confiabilidad del proveedor utilizado. Por otro lado, un ERP alojado en las instalaciones de la empresa requiere de recurso humano especializado para realizar la actualización de versiones y para afinar los recursos que proporcionen el tiempo de respuesta requerido por el negocio.
Cuando se evalúa si se debe tener el ERP alojado en la nube o en las instalaciones de la empresa, existen varios factores que deben tenerse en mente. No hay que olvidar que la mejor solución es la que permitirá el crecimiento del negocio y que cumpla de la mejor manera con las expectativas de su empresa. Dentro de los elementos a considerar, podemos mencionar:
La realidad es que no existe una misma receta para todas las empresas. Se deben identificar las necesidades del negocio, sus prioridades y crecimiento esperado antes de tomar una decisión sobre el modelo a adoptar. Existen ventajas y desventajas en ambos escenarios que deben considerarse antes de tomar una decisión.
Existen en nuestro país y en la región alternativas para contratar los servicios en la nube y que se apoyan en proveedores locales o internacionales para alojar el ERP. La mejor estrategia para su empresa es contar con un aliado de negocios como IDS que le brinde ambos escenarios y que le ayude a seleccionar la mejor alternativa de acuerdo a sus requerimientos.
Fernando Martín del Campo
Director Ejecutivo IDS de Centroamérica