Es indiscutible que nuestra región enfrenta incontables retos que merecen atención urgente, casi en su totalidad son desafíos que históricamente han persistido y no han sido resueltos, principalmente, por la falta de voluntad política de los gobernantes que responden tanto a intereses particulares como de ciertos grupos de poder. Sin embargo, nada se puede hacer descargando la responsabilidad una y otra vez sin plantear alternativas que se discutan y permitan crear acuerdos para alcanzar un mayor bienestar para la mayoría de la población en la región.
De esa cuenta, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) ha planteado en dos publicaciones distintas el estado actual de la región en términos económicos y sociales así como las principales brechas que enfrentan los países para el alcance de algunas metas contempladas en la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).[1] Derivado de ellas, en breve se contempla la publicación de un tercer volumen, publicación que contendrá los principales retos financieros que tienen los países centroamericanos para el alcance de las metas contempladas de modo que se proponen ciertas políticas que permitirían cerrar las brechas y acercarse, en la medida de lo posible, al cumplimiento de los ODS considerados.
En ese sentido, el informe del Icefi plantea para el cumplimiento de los 17 ODS la necesidad de concentrarse en un subconjunto de ellos, los cuales tienen la capacidad de crear un efecto multiplicador que potenciaría el alcance del resto de objetivos. Así, el análisis se concentra en la eliminación de la pobreza extrema, la universalización de la educación, la universalización de la salud, el fortalecimiento de la infraestructura y la construcción de Estados efectivos, sustentables, sostenibles y con enfoque de género. Se presentan propuestas concretas para avanzar hacia el crecimiento y desarrollo de la región centroamericana.
Aunado a ello, en el corto plazo la región enfrenta un desafío formidable que pone a prueba la capacidad de sus Estados para sacar adelante a cada país y, con ello, enfrentar con esperanza lo que se avecina para la región. Dicho desafío tiene que ver con la superación de la pandemia originada por el coronavirus, de modo que se registre el menor número de pérdidas humanas posibles y sin que se deteriore ni se deje de lado la salud integral de la población. Por supuesto, hemos sido testigos de que la pandemia ha puesto a prueba los deteriorados e ineficaces sistemas de salud pública de la región así como ha manifestado la ineficiencia y falta de voluntad de los gobiernos y de los Estados centroamericanos para hacerle frente a eventos con alto impacto, tal como se había registrado en temas que tienen relación con desastres provocados por fenómenos naturales, tan comunes en nuestra región. Por supuesto, los casos de Costa Rica y Panamá hacen excepción al resto de los países de la región, tomando en cuenta el avance de sus Estados y una mayor voluntad de sus gobiernos para superar con éxito desafíos a nivel país.
Por tanto, se hace necesaria una disciplina social que alinee a los distintos grupos sociales pero también una madurez política que recupere y potencie la cohesión social en la región. Sin embargo, para que se manifieste lo segundo, es necesario que el gobierno lidere dichas acciones pero sin aceptar que se legitime el uso de la violencia (en su amplia definición) como método de acción política para alcanzar ciertos objetivos. Desafortunadamente, hemos sido testigos de acciones que los gobiernos han tomado desligitimando las débiles democracias en la región y haciendo de los recursos públicos un botín para el logro de sus particulares y sectoriales beneficios.
Ante lo anterior, priorizar el aprendizaje (en cantidad y calidad), asegurar la salud física integral de los ciudadanos, reconocer la importancia de la infraestructura pública y social para el crecimiento y desarrollo económicos así como fortalecer la creación de Estados efectivos es una tarea que requiere del esfuerzo de toda la sociedad centroamericana. Por ello, el planteamiento que el Icefi realiza es un punto de partida para generar discusión sobre las políticas que deben ser implementadas en los países para el alcance de los ODS pero, más allá de eso, para tomar acción pronta y no quedarnos simplemente en espacios de debate que no generen incidencia en los tomadores de decisión sino que permitan desarrollar estrategias orientadas al desarrollo sostenible, sostenido e igualitario en toda las sociedades de Centroamérica.
Carlos Alvarado Mendoza
Coordinador de Relaciones Académicas del Instituto.
[1] Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), 2021, «Agenda fiscal centroamericana 2021 – 2030. La realidad de Centroamérica: un diagnóstico comprehensivo», III Informe de política fiscal, Vol. I, Abelardo Medina Bermejo (Coord), septiembre, 2021.
Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), 2021, «Agenda fiscal centroamericana 2021 – 2030. La Centroamérica que es posible: desarrollada, sostenible e inclusiva», III Informe de política fiscal, Vol. II, Abelardo Medina Bermejo (Coord), septiembre, 2021.
No estoy seguro si puedo ayudarlos a cambiar al 100%, pero en mi capacidad después de leer este intercambio ayudará.