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Comercio

Articulación productiva: Fortalecer las capacidades de las MiPYMES para participar de las cadenas de valor

Nahuel Oddone
Asesor Regional de Entorno de Negocios
CENPROMYPE-SICA

La participación de los países de la Región SICA en cadenas de valor permite el acceso a nuevas tecnologías, habilidades empresariales y redes de innovación que tienden a incrementar la productividad y deberían mejorar la calidad del empleo y de los salarios. Sin embargo, es un desafío para las MIPYMES de la región potenciar su capacidad de absorción, es decir, identificar, asimilar y aplicar el conocimiento externo con fines productivos, comerciales y sociales. No sólo se trata de generar una oferta exportable regional competitiva, con base en la agregación de valor a través de cadenas productivas, sino también de poner atención en los beneficios económicos y sociales que provoca la distribución de ese valor agregado a través de las MIPYMES.

Las cadenas globales de valor han sentado sus bases en los grandes núcleos regionales de crecimiento económico e integración: América del Norte, Europa y Asia. Estas tres grandes fábricas globales tienen laboratorios y talleres regionales (altos niveles de comercio intrarregional intra-industrial) con un alto porcentaje de bienes intermedios tranzados. Dentro de la organización de la producción mundial se observa importantes flujos regionales de insumos (partes y componentes) que permiten la elaboración de otros productos, a la vez que contribuyen con el escalamiento tecnológico de las empresas para satisfacer nuevas demandas.

El contenido importado de las exportaciones a nivel mundial ha aumentado a lo largo de los últimos años; los tratados de libre comercio o los acuerdos de asociación permiten la eliminación de los aranceles aduaneros (es decir, importaciones con arancel cero o más bajo), lo que facilita los insumos necesarios para mejorar nuestros productos y colocarlos mejor en mercados internacionales más competitivos. La política comercial no puede estar disociada de la política de transformación productiva.

En la XLIX Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países Miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), celebrada en San José de Costa Rica, se aprobó la Estrategia Regional de Articulación Productiva MIPYME que busca mejorar “la competitividad, inclusión y el aumento de participación en los mercados por parte de las MIPYMES de la región SICA” a través de cadenas regionales de valor[1].

La Región SICA constituye un mercado importante en términos agregados para el comercio internacional. Por un lado, el SICA presenta un gran potencial para aumentar su comercio intra-regional, el que hoy en día es de apenas el 30% en comparación con un 62% en la Unión Europea o de más de un 50% entre los países de Asia. Por otro lado, es necesario consolidar su participación en mercados internacionales a partir del fortalecimiento del papel de sus empresas en cadenas regionales y globales aprovechándose de los acuerdos internacionales como el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.

Más del 70% de las empresas de la Región SICA son micro o pequeñas empresas y, si incorporamos a las medianas, se supera el 90%. El Sistema Regional de Información MIPYME (SIRMIPYME)[2] informa que en todos sus países el porcentaje de empresas con menos de 10 trabajadores se sitúa por encima del 70%. Las empresas entre 11-50 empleados, constituyen el 21% de las empresas totales de República Dominicana y el 17% en Guatemala. Las empresas con más de 50 empleados tienen baja frecuencia en el tejido empresarial del SICA, ya que en ningún caso superan el 7% del total de las empresas si bien esta información puede mutar entre diferentes sectores productivos.

Dentro del sector de manufacturas, la exportación de instrumentos y aparatos de medicina, así como las conexiones de circuitos eléctricos representa el 38,5% del total de las exportaciones de las MIPYMES de República Dominicana. En Costa Rica el 23% de las exportaciones MIPYME se concentra en el sector agrícola y el 16% en instrumentos y aparatos de medicina que ha presentado una muy buena tendencia al alza en los últimos años.

El comercio intra-regional para las exportaciones MIPYMES ofrece un enorme potencial de diversificación ya que Estados Unidos posee el primer lugar como principal destino en todos los países, llegando a alcanzar el 66% de las exportaciones totales de República Dominicana o el 51% en Guatemala. Otros países que son destinos recurrentes, en mucha menor proporción, son los Países Bajos, México y Alemania sobre todo para destino de exportación de medianas empresas. Se destaca, en este contexto, la importancia que tiene para Costa Rica la Región SICA en sus exportaciones MIPYMES representando el 24,3% de sus exportaciones totales, seguida por Guatemala con un 19%. Sin embargo, no son exportaciones de alto valor agregado.

Frente a este escenario tenemos dos grandes desafíos. Por un lado, cómo aumentamos las exportaciones intra-regionales; y, por el otro, cómo logramos que esas exportaciones sean intraindustriales y con un mayor contenido tecnológico para que permitan la creación de otros productos intermedios o finales. En síntesis, cómo logramos importaciones intra-regionales para conseguir mayores exportaciones extra-regionales con un mayor valor agregado que contribuyan con nuestro ciclo de escalamiento tecnológico. En este sentido, la Estrategia Regional de Articulación Productiva busca dar respuesta a unos de los principales problemas identificados por la Organización Internacional del Trabajo (2015) basado en la relativa escasez de empresas con niveles de empleo y producto intermedios, lo que afecta directamente la productividad agregada y las posibilidades de una mayor articulación productiva y laboral[3].

La participación en cadenas de valor permite el acceso a nuevas tecnologías, habilidades empresariales y redes de innovación que tienden a incrementar la productividad y deberían mejorar la calidad del empleo y de los salarios para lo cual necesitamos políticas de convergencia entre programas de apoyo que intervienen en las distintas áreas del entorno empresarial MIPYME en materia de formalización, capacitación técnica, financiamiento e innovación. Los servicios combinados de soporte financiero contribuyen con la innovación y el fortalecimiento del capital humano al mismo tiempo que reducen la brecha tecnológica y crean mayores oportunidades de empleo. En el comercio internacional actual tienen más peso los factores productivos del capital y el trabajo de alta calificación en la generación de valor agregado que el trabajo no calificado.

Nos encontramos en una región en la que todavía la innovación es relativamente baja, que genera pocas patentes, en donde hay todavía una concepción muy tradicional del uso de la tecnología para potenciar mejoras en los procesos productivos por lo que es muy oportuno reconceptualizar, tanto en el sector privado como en el público, el uso de las tecnologías. Si bien la penetración web ha crecido fuertemente en los últimos años, debemos dejar de utilizarla para consumir noticias y redes sociales y dedicarnos a comerciar y producir con ella (internet de las cosas).

Es un desafío para nuestras empresas regionales potenciar su capacidad de absorción frente al avance de las nuevas tecnologías. La profundización de los encadenamientos productivos existentes y el estímulo a la formación de nuevos, combinada con la incorporación de innovaciones tecnológicas, permite el escalamiento hacia actividades más complejas dentro de las cadenas de valor. Las empresas nacionales absorben estas innovaciones a partir de sus capacidades para imitar en función de las nuevas tecnologías y conocimientos que se reconocen como más eficientes dentro de los nuevos procesos productivos. Tanto las políticas de desarrollo productivo como las comerciales deben verse reflejadas en la construcción de una legislación promotora de importaciones que permitan aumentar las exportaciones en el largo plazo, que faciliten la imitación de productos y la creación de nuevos a partir del prototipaje. Hay grandes oportunidades de negocios en servicios profesionales y de soporte que se pueden brindar a las empresas en materia de desarrollo de productos, análisis de laboratorio en función de mercado meta, prototipaje, diseño de planta y procesos, estudios de mercado, registros, entre otros.

Como sostuviéramos los gobiernos de la Región SICA juegan al menos tres funciones importantes para fomentar tanto la oferta como la demanda de los servicios profesionales y de soporte. En primer lugar, las organizaciones públicas se concentran en apoyar a las pequeñas y medianas empresas, los centros públicos de investigación y organismos públicos sectoriales; proporcionan asistencia técnica a los productores y a otros eslabones de la cadena de valor, es decir, los servicios profesionales y de soporte son proporcionados directamente por organismos públicos. En segundo lugar, se necesitan políticas públicas de apoyo a la creación y fortalecimiento de proveedores nacionales de servicios profesionales y de soporte, por ejemplo, apoyo financiero para la formación de capital humano o la inversión en nuevas tecnologías. En tercer lugar, se requieren iniciativas públicas dirigidas a financiar el acceso a los servicios profesionales y de soporte para todos los actores de la cadena de valor, lo que facilita que los pequeños productores tengan acceso a estos servicios[4].

Sin lugar a dudas, nuestros países operan económicamente en una de las regiones más abiertas del planeta y cuentan con una red de acuerdos comerciales y preferenciales a dinamizar. Estos acuerdos deberán contribuir a la creación de economías de mayor escala con series más largas de producción industrial y nuevos alicientes para la diversificación de los productos por cada MIPYME que acceda al mercado ampliado; una especialización intra-industrial e intra-producto ya que el crecimiento del comercio de productos manufacturados se ve favorecido a partir del aumento del comercio intra-industrial; así como el desarrollo tecnológico considerado indispensable para el aprovechamiento de los dos elementos anteriores.


[1] CENPROMYPE (2017), Estrategia Regional de Articulación Productiva MIPYME, https://issuu.com/cenpromype/docs/estrategia-regional-de-articulacion

[2] http://www.cenpromype-sirmipyme.org/

[3] OIT (2015), Panorama Laboral Temático 2. Pequeñas empresas, grandes brechas. Empleo y condiciones de trabajo en las MYPE de América Latina y el Caribe. http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/documents/publication/wcms_398103.pdf

[4] Nahuel Oddone y Ramón Padilla (2014), El mejoramiento de las cadenas de valor a través de servicios combinados y de soporte, https://www.ictsd.org/bridges-news/puentes/news/el-mejoramiento-de-las-cadenas-de-valor-a-trav%C3%A9s-de-servicios


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